ACTIVIDAD 1. Lee detenidamente el texto siguiente, analizalo y reflexiona. Elabora un resumen, sistesis.
¿Te has preguntado por qué existe el mal? ¿Será que la naturaleza del ser humano
consiste en ser malvado? Si recuerdas el curso del semestre pasado, ya hablamos de las
dificultades de afirmar que existe una “naturaleza humana” determinada y fija. Con lo
visto en la progresión pasada, sabemos que la condición humana es cambiante y se
construye de acuerdo con su contexto y entorno, por lo que la pregunta sobre si la
maldad es natural en el ser humano queda descartada. No obstante, ¿por qué existe el
mal? Para responder esta pregunta debemos analizar los casos en los que podemos decir
que el ser humano es malvado, ya que no preguntamos por la naturaleza del mal en sí
mismo, sino por qué decimos que las acciones del ser humano tienden a llevar a la
violencia, la guerra, la discriminación, la esclavitud, el sometimiento, etc., o sea, a
aquellas cosas que podríamos considerar “malas”.
Para que estas acciones sean consideradas “malas”, debemos asumir la dicotomía bien-
mal, lo cual ya tiene ciertos problemas, pues estos son valores cargados de otros
presupuestos morales. El bien y el mal son, principalmente, valores occidentales, y los
parámetros para decidir lo que es bueno y lo que es malo dependen de la cultura. Por
ejemplo, para las culturas griegas era “bueno” sacrificar reses a los dioses para ganar su
favor, mientras que para los pueblos vikingos era “bueno” saquear ciudades extranjeras
para generar riqueza. Así, lo que es bueno o malo no es necesariamente igual para cada
cultura, y menos para cada individuo. Entonces debemos considerar que cuando
hablamos de “maldad” tenemos que tener en cuenta los múltiples casos en los que algo
puede ser perjudicial, violento o cruel, y en qué pueden ser loables, benéficos y piadosos
‒formas en las que podemos ver la “bondad”‒.
El caso de la detonación de las bombas atómicas en Hiroshima y Nagasaki a finales de la
Segunda Guerra Mundial es un claro ejemplo de que algo puede considerarse perjudicial y
benéfico a la vez. Aunque claro, ¿perjudicial o benéfico para quién y por qué?
Con esta información podríamos sopesar en qué sentido un hecho o evento, como el de
la explosión de una bomba atómica, es más perjudicial o más benéfico. Sin embargo, no
se trata de ver en qué lado de la tabla hay más puntos y con ello tomar una postura, se
trata de tener siempre en cuenta que ninguna situación es buena o mala por sí misma, lo
que hacemos es lo que perjudica o beneficia a otros. Por ende, como puedes observar, no
es sencillo simplemente condenar la creación de las bombas atómicas, pero justificar la
violencia y la destrucción en nombre del desarrollo científico es algo, de entrada,
cuestionable.
ACTIVIDAD 2. Lee detenidamente el texto siguiente, analizalo y reflexiona. Elabora infografía en CANVA.
Pongamos otro ejemplo: la experimentación en animales, que hasta hace poco era
bastante aceptable, ahora nos parece una de las prácticas más crueles e inhumanas. Sin
embargo, ¿a qué se debe este cambio? ¿Antes era bueno y ahora no? ¿Qué nos hizo
cambiar de opinión? Las respuestas a dichas preguntas podrían ser demasiadas y muy
variadas, pero lo importante es analizar por qué parecía aceptable antes. ¿Qué nos hace
diferentes de los animales?
Por mucho tiempo se ha defendido la idea de que el ser humano posee la razón, y que los
animales solamente sienten y actúan por instinto. Pero esta idea sería, vista desde los
ojos del filósofo Plutarco (c. 46 – c. 120/5 d. C.), un error bastante serio. La diferencia
entre animales y hombres no es realmente la razón, si pensamos que la razón es una
cierta capacidad para tomar decisiones basadas en la experiencia. En palabras de María
Luisa Bacarlett, las ideas de Plutarco se plantean del siguiente modo:
Pues la naturaleza, de la que con razón dicen que todo lo hace por algo y con
vistas a algo, no hizo al ser vivo sensible para que se limitara a sentir cuando algo
le afecta; antes bien, dado que muchas cosas son familiares para él y muchas
otras le son hostiles, no podría sobrevivir ni un instante si no aprendiera a
guardarse de unas y a tener trato con las otras. (Bacarlett, 2002)
Refiriéndose Plutarco, a los seres vivos en general, no habría ninguna diferencia entre el
actuar del ser humano y el de un perro, por ejemplo. Con base en experiencias, tanto uno
como otro puede, eventualmente, tomar decisiones respecto de lo que le es grato, lo que
le es hostil, lo que le satisface, lo que le daña, etc. El perro, luego de haber sido golpeado
una vez por un auto, optará por quitarse toda vez que vea de nuevo un carro acercarse a
él. No quiere decir que el perro “sabe” que lo van a atropellar, pero puede reconocer que
eso le causará un daño. Lo mismo cuando un niño que juega con fuego, se quema,
eventualmente reconoce al fuego como un peligro.
En el mismo caso hipotético, el perro es capaz de buscar agua y comida porque el
“instinto” lo lleva a la supervivencia. Un niño pequeño, que para sobrevivir solamente llora
con la esperanza de que se le acerque alimento, podríamos decir que es, incluso, menos
razonable que el perro, pues aquel no tiene las herramientas para, por sus propios
medios, sobrevivir, pero el perro sí.
Y no diríamos, con ello, que es más valioso el perro que el niño pequeño. Aunque, al revés,
probablemente sí, diríamos que el niño pequeño es más valioso que el perro. De lo
contrario, ¿por qué consideramos aceptable tener un perro amarrado en una azotea, sin
techo y protección, pero nos parecería aberrante pensar en amarrar a un niño pequeño
en las mismas condiciones? No parece, pues, tan sencillo asumir que la razón es lo que
nos hace diferentes de los animales. Aunque, claro, un niño pequeño no es realmente
alguien que generalmente consideremos razonable.
Pongamos otro ejemplo hipotético: por un lado, tenemos a Jesús, un adulto que fuma
una cajetilla de cigarrillos al día, con el pleno conocimiento de que tal hábito puede
provocarle una muerte prematura, pero tiene la creencia de que no importa el peligro,
porque se ve genial fumando, además de que lo ayuda a concentrarse y a calmar su
estrés. Por el otro lado, tenemos una rata que entra a la cocina de noche y en silencio
para no ser vista por las personas. La rata reconoce el peligro de entrar a la cocina en el
día, pues en cualquier momento la pueden atrapar y matar, por eso opta por buscar
alimento cuando es “pertinente”. Jesús, en cambio, sabiendo del peligro que implica
fumar, no hace el más mínimo intento de evadirlo. ¿Diríamos que es más razonable Jesús
que la rata?
Seguro justificaríamos el actuar de Jesús diciendo que es un adulto que sabe tomar
decisiones y que él es capaz de asumir el riesgo, porque es un hombre libre. Con ello,
podríamos dar más luz sobre lo que es “razón”. Quizá esta toma de decisiones de manera
consciente a sabiendas del peligro es lo realmente razonable y no la sobrevivencia. De ser
así, la rata en lugar de ser razonable solo está siendo instintiva, busca sobrevivir.
Entonces ¿por qué consideramos menos terrible que experimenten con ratas, que solo
quieren vivir, a que experimenten con personas como Jesús, que claramente no les
importa la supervivencia? ¿Podríamos argumentar que es preferible experimentar en
personas que sufren adicciones que con animales? De nuevo, la respuesta no parece tan
fácil. De acuerdo con nuestros ejemplos, y con Plutarco, podríamos decir que no es admisible
en ninguno de los casos. La peor parte es que ocurre, y no existe una justificación para
ello, más allá de la capacidad de aplicar poder y violencia sobre el otro. Si ese es el
criterio, la razón es lo último que nos distingue de los animales, y esta capacidad de
aplicar el poder injustificadamente sobre los demás es lo que debemos considerar
como perjudicial.
ACTIVIDAD 3. Contesta las siguientes cuestiones y anota tus comentarios y opiniones de acuerdo a la respuesta que se espera:
1. ¿Consideras que los seres humanos tenemos más aspectos negativos que
positivos?
R:
2. ¿Crees que los seres humanos destruimos todo lo que tocamos?
R:
3. ¿El concepto de civilización y la crueldad van de la mano?
R:
4. ¿Para ti de dónde o por qué surge la crueldad de los seres humanos?
R:
5. ¿Los seres vivos son solo para comer o para ser usados por nosotros los
humanos?
R:
6. ¿Conoces algún evento o hecho histórico donde la crueldad humana se haya
hecho presente? ¿Cuál es?
R:
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